Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo
tornillo del tablero principal.
Entonces encendió de nuevo la maquina y comprobó que estaba trabajando perfectamente.
El Gerentillo de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.
¿Cuánto le debo? -preguntó.
- Son mil dólares, si me hace el favor.
- ¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillito y unas cuantas teclas?. ¡Ya sé que la maquina cuesta
2 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada! La
pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique.
El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.
A la mañana siguiente,
el gerentillo recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin chistar.
La factura decía:
![](http://photos1.blogger.com/blogger/1884/1631/320/noname.0.gif)
Manda este mail a todos aquellos profesionales que día a día se enfrentan con la desconsideración de quienes por su propia ignorancia no alcanzan a entenderlos y regálales al menos un momento de humor
RECUERDA:
"SE GANA POR LO QUE SE SABE, NO POR LO QUE SE HACE".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario